CampoBosco 2018

In questa riunione si visiterà la terra di Don Bosco e Madre Mazzarello.

En el camino sinodal, el MJS de España y Portugal propone la celebración de un nuevo Campobosco nacional. En este encuentro recorreremos las tierras donde nació el carisma salesiano, la tierra de Don Bosco y Madre Mazarello.

En el Campobosco nos acercaremos a Jesús y su Evangelio a través de la Palabra de Dios donde descubrimos rostros de jóvenes, nos fijaremos en el rostro de Jesús que inspiró a nuestros fundadores, nos dejaremos confrontar por la fe que vivieron Don Bosco, Madre Mazzarello, y los jóvenes del primer Oratorio. En este Campobosco queremos dar protagonismo a los jóvenes del primer Oratorio, desde los mismos criterios del Sínodo: la fe, el discernimiento, la vocación y el acompañamiento.

Objetivos:

# Implicarnos en el Sínodo de los jóvenes desde la fe, el discernimiento vocacional y el acompañamiento.

# Hacer experiencia de vida cristiana recorriendo los lugares donde nació el carisma salesiano encontrándonos con Jesús a través de la experiencia de vida cristiana que vivieron Don Bosco, Madre Mazzarello y los jóvenes del primer Oratorio.

# Dejarnos cuestionar por los jóvenes santos que florecieron en Valdocco y Mornese.

“Irémos a medias”

Son las famosas palabras que Don Bosco dijo al joven Miguel Rua: “Conocí a Don Juan Bosco en septiembre de 1845. Él tenía treinta años. Yo ocho. Invitado por un compañero, comencé a frecuentar el Oratorio fundado por Don Bosco, que entonces estaba en el Refugio de la marquesa Barolo”. Así comienza, Miguel Rua su declaración en el Proceso de Beatificación de Don Bosco (1895).

Al ir y al volver de la escuela, Miguel se encontraba alguna vez con Don Bosco. Corría a su encuentro con alegría, le besaba la mano, y le preguntaba: ¿Me quiere dar una estampa?

Don Bosco, como si no hubiese oído nada, le ponía en la cabeza su bonete de sacerdote, le presentaba la palma de la mano izquierda y, con la derecha, hacía un gesto como de cortarla por la mitad: ¡Toma, Miguelito, toma!

Miguel quedaba desconcertado. Estrechaba aquella mano y, suponemos, que pensaría: ¿Qué me querrá decir? Don Bosco, simplemente le decía: Ya lo comprenderás más tarde. En Valdocco Miguel preguntó a Don Bosco: ¿Se acuerda de nuestros primeros encuentros, cuando iba a clase con los Hermanos de La Salle? Yo le pedía una estampa, y usted me hacía la señal de querer darme la mitad de la mano. ¿Qué quería decirme? Ya deberías haberlo comprendido –le dijo Don Bosco serio-. Quería decir que contigo lo haríamos todo a medias”.

#CPB18#IremosAMedias